martes, 20 de febrero de 2007

Mapa mental "Introducción al modelo NOM"


Gusto en saludarlos nuevamente, a continuación les presento el mapa mental que elaboré del texto solicitado, cabe hacer mención que el mapa lo realice con la herramienta de power point, ya que entre los programas destinados para realizar mapas mentales, tuve problemas en bajar las imagenes. Así mismo, quiero recomendarles en libro "Mapeando con LUZ MA" para aquellos que quieran conocer más sobre mapas mentales. Es de Luz María Ibarra, ediciones Garnik.

martes, 13 de febrero de 2007

El ciberespacio y los adolescentes

El ciberespacio es un término vulgar de dominio común entre los cirbernautas, esto es, entre las personas que hacen uso de la red de redes sin un conocimiento técnico de la misma.

El ciberespacio y la Internet no son lo mismo. Internet es la infraestructura y el ciberespacio es el contenido.

Generalmente los usuarios también forman parte del contenido a través del correo electrónico, la web, los newsgroups, las listas, el Gopher, etcétera.

El ciberespacio es generalmente multiusuario aunque no siempre lo es en tiempo real.

Heidegger decía que el lenguaje es la casa del ser, hoy en día han nacido nuevos términos en el lenguaje del Internet por lo que es fundamental aproximarnos con algunos ejemplos para comprender que características tienen este ser humano del siglo XXI y que lenguaje se construye en el llamado ciberespacio.


El ciberespacio permite a cada adolescente convertirse en el ser «real» que desee. Él mismo es el contenido del propio ciberespacio y, de esta manera, bajo los esquemas de una cultura de innovación, en la búsqueda de su identidad, se autoconstruye «virtualmente» a los ojos de su colega interactivo.

Algo muy peculiar que despierta el ciberespacio, es una suerte de ansiedad por saber más del otro. Este «saber más» se traduce en un forlalecimiento del adolescente investigador, que solo investiga en la red. Y lo hace así porque resulta cómodo «acceder» y «accesarse»; el adolescente se «accesa accesando».

Esta capacidad de investigación del adolescente no está entendida en los términos clásicos de seguir el vestigio para adentrase en el conocimiento de lo real, sino como una suerte tal de producción de datos organizados para cumplir una función.

El adolescente busca información como un producto más que como contenido. Esto limita en todo orden el aprendizaje. El adolescente ha dejado de leer para ver. Observa el tema, lo selecciona, lo resume mediante herramientas dadas por las aplicaciones de la máquina y presenta el producto.

Por otra parte, este «ser funcional» abre al adolescente la posibilidad de no asumirse, de no hacer declaraciones. Solo participa en conversaciones de índole práctica, donde los hechos son registrados desde la propia vivencia y racionalidad, lo que le otorga a la interpretación de los mismos, el valor supremo de la verdad.